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lunes, junio 28, 2004

NUESTRO COMPLEJO CEREBRO

Las funciones del Hemisferio

L. C. P. José Luis Aguilar Ruiz

Estructuralmente, el cerebro es una máquina pavorosamente compleja. Permanece como una de las cosas que más desconoce aún el hombre. Y en cuanto a sus funciones, la conciencia representa sólo una pequeña parcela de nuestra psiquis...

En todo caso, parece indudable que nos afectan muchos estímulos que no percibimos conscientemente y que, por lo tanto, no podemos evaluar de manera racional. Algunos llegan a ser importantes. Esto es el origen, por ejemplo, de las "corazonadas', o de lo que manifestamos en ocasiones con frases como 'intuyo que...'
El número de neuronas que contiene nuestro cerebro- sólo en la corteza - puede calcularse en diez mil millones. Y el número de conexiones entre ellas supera toda imaginación.
Dos personas distintas habitan en nuestro cerebro, unidas como mellizos siameses, a lo largo de la línea media. Una de ellas es verbal, analítica, dominante. La otra es artística pero muda, casi misteriosa en su totalidad.
Estos son el hemisferio izquierdo y derecho de nuestro cerebro, constituido por dos mitades unidas por una compleja red de fibras nerviosas que forman un grueso ‘cable’ llamado cuerpo calloso.
La conexión con el sistema nervioso determina que el hemisferio izquierdo controla la parte derecha del cuerpo, y el hemisferio derecho controla el lado izquierdo.
Si se corta este cable, como debe hacerse en algunos casos de epilepsia grave, suceden una serie de circunstancias curiosas. El lado izquierdo del cerebro (en el que está alojado el centro del habla), ya no sabe qué está haciendo el lado derecho, aunque insiste en encontrar excusas para lo que haya hecho la mitad muda, y sigue operando con la ilusión de ser una sola persona.
Entre los mamíferos, el hombre es el único que ha desarrollado distintos usos para cada mitad de su cerebro. Esta asimetría, que todos reconocemos cuando decimos si somos derechos o zurdos, es el glorioso mecanismo a través del cual el hombre está capacitado para hablar. Es lo que nos diferencia de los simios.
Cada parte del cerebro está a cargo de diferentes procesos mentales:

Hemisferio izquierdo....................................Hemisferio derecho
Lógica.............................................................Emociones
Razonamiento..................................................Música
Lenguaje.........................................................Imaginación
Números.........................................................Imágenes
Análisis...........................................................Color
Linealidad.......................................................Reconocimiento de formas
Abstracciones..................................................Creatividad general
Como se ve, y a diferencia de lo que se pensó en un principio, lejos de ser tonta, la mitad derecha del cerebro es simplemente muda e iletrada. En realidad, percibe, siente y piensa a su manera, que en algunos casos puede ser superior a la del hemisferio izquierdo. El único problema es comunicarse con ella en forma no verbal.
El comportamiento de los dos medios cerebros en la gente normal está rodeado de mucho misterio. Nadie sabe si estas dos mitades gemelas también se ignoran entre sí, se inhiben una a otra, cooperan, compiten, o se turnan para los controles.
Casi todos nosotros, sin advertirlo, y en diferentes circunstancias, tendemos a utilizar sólo el hemisferio cerebral derecho. Analicemos estos ejemplos:
• Sin darse cuenta, usted ha cambiado de lugar un objeto. Aunque piense en la secuencia de todo lo que hizo antes, no recuerda en dónde lo puso. Esa noche, mientras divaga sentado en la sala de su casa, se le ilumina la memoria: había dejado el objeto en la mesa del taller. ¿De dónde provino ese destello de intuición? De su hemisferio cerebral derecho, con datos que le proporcionó el izquierdo.
• Durante un largo viaje en auto, se da usted cuenta de que el tiempo y la distancia han transcurrido sin notarlo. ‘Tenía la mente a millones de kilómetros de allí’, comenta con un amigo / a. En realidad, sólo se había desviado unos centímetros, del lado izquierdo del cerebro hacia el derecho, que entonces lo ‘distrajo’ a usted durante el viaje con una serie animada de imágenes e intuiciones.
• Su talonario de cheques no da el balance exacto. Más tarde, durante su ejercicio corporal cotidiano, se le ocurre por qué. ‘Se ve’ a sí misma / o en el supermercado, escribiendo el cheque que omitió registrar. ¿Qué le proporcionó la solución? La ‘divagación’ del cerebro derecho, que casi todos tenemos durante una actividad física, una caminata o un paseo.

EL CEREBRO REPTIL
El cerebro humano está formado por varias zonas diferentes que evolucionaron en distintas épocas. Cuando en el cerebro de nuestros antepasados crecía una nueva zona, generalmente la naturaleza no desechaba las antiguas; en vez de ello, las retenía, formándose la sección más reciente encima de ellas.
Esas primitivas partes del cerebro humano siguen operando en concordancia con un estereotipado e instintivo conjunto de programas que proceden tanto de los mamíferos que habitaban en el suelo del bosque como, más atrás aún en el tiempo, de los toscos reptiles que dieron origen a los mamíferos.
La parte más primitiva de nuestro cerebro, el llamado ‘cerebro reptil’, se encarga de los instintos básicos de la supervivencia -el deseo sexual, la búsqueda de comida y las respuestas agresivas tipo ‘pelea-o-huye’.
En los reptiles, las respuestas al objeto sexual, a la comida o al predador peligroso eran automáticas y programadas; la corteza cerebral, con sus circuitos para sopesar opciones y seleccionar una línea de acción, obviamente no existe en estos animales.
Sin embargo, muchos experimentos han demostrado que gran parte del comportamiento humano se origina en zonas profundamente enterradas del cerebro, las mismas que en un tiempo dirigieron los actos vitales de nuestros antepasados.
‘Aun tenemos en nuestras cabezas estructuras cerebrales muy parecidas a las del caballo y el cocodrilo’, dice el neurofisiólogo Paul MacLean, del Instituto Nacional de Salud Mental de los EE.UU.
Nuestro cerebro primitivo de reptil, que se remonta a más de doscientos millones de años de evolución, nos guste o no nos guste reconocerlo, aún dirige parte de nuestros mecanismos para cortejar, casarse, buscar hogar y seleccionar dirigentes. Es responsable de muchos de nuestros ritos y costumbres (y es mejor que no derramemos lágrimas de cocodrilo por esto).

EL CEREBRO EMOCIONAL
El sistema límbico, también llamado cerebro medio, o cerebro emocional, es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral, y que comprende centros importantes como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo, la amígdala cerebral (no debemos confundirlas con las de la garganta).
Estos centros ya funcionan en los mamíferos, siendo el asiento de movimientos emocionales como el temor o la agresión.
En el ser humano, estos son los centros de la afectividad, es aquí donde se procesan las distintas emociones y el hombre experimenta penas, angustias y alegrías intensas
El papel de la amígdala como centro de procesamiento de las emociones es hoy incuestionable. Pacientes con la amígdala lesionada ya no son capaces de reconocer la expresión de un rostro o si una persona está contenta o triste. Los monos a las que fue extirpada la amígdala manifestaron un comportamiento social en extremo alterado: perdieron la sensibilidad para las complejas reglas de comportamiento social en su manada. El comportamiento maternal y las reacciones afectivas frente a los otros animales se vieron claramente perjudicadas.
Los investigadores J. F. Fulton y D. F. Jacobson, de la Universidad de Yale, aportaron además pruebas de que la capacidad de aprendizaje y la memoria requieren de una amígdala intacta: pusieron a unos chimpancés delante de dos cuencos de comida. En uno de ellos había un apetitoso bocado, el otro estaba vacío. Luego taparon los cuencos. Al cabo de unos segundos se permitió a los animales tomar uno de los recipientes cerrados. Los animales sanos tomaron sin dudarlo el cuenco que contenía el apetitoso bocado, mientras que los chimpancés con la amígdala lesionada eligieron al azar; el bocado apetitoso no había despertado en ellos ninguna excitación de la amígdala y por eso tampoco lo recordaban.
El sistema límbico está en constante interacción con la corteza cerebral. Una transmisión de señales de alta velocidad permite que el sistema límbico y el neocórtex trabajen juntos, y esto es lo que explica que podamos tener control sobre nuestras emociones.

EL CEREBRO RACIONAL
Hace aproximadamente cien millones de años aparecieron los primeros mamíferos superiores. La evolución del cerebro dio un salto cuántico. Por encima del bulbo raquídeo y del sistema límbico la naturaleza puso el neocórtex, el cerebro racional.
A los instintos, impulsos y emociones se añadió de esta forma la capacidad de pensar de forma abstracta y más allá de la inmediatez del momento presente, de comprender las relaciones globales existentes, y de desarrollar un yo consciente y una compleja vida emocional.
Hoy en día la corteza cerebral, la nueva y más importante zona del cerebro humano, recubre y engloba las más viejas y primitivas. Esas regiones no han sido eliminadas, sino que permanecen debajo, sin ostentar ya el control in disputado del cuerpo, pero aún activas.
La corteza cerebral no solamente ésta es el área más accesible del cerebro: sino que es también la más distintivamente humana. La mayor parte de nuestro pensar o planificar, y del lenguaje, imaginación, creatividad y capacidad de abstracción, proviene de esta región cerebral.
Así, pues, el neocórtex nos capacita no sólo para solucionar ecuaciones de álgebra, para aprender una lengua extranjera, para estudiar la Teoría de la Relatividad o desarrollar la bomba atómica. Proporciona también a nuestra vida emocional una nueva dimensión.
Amor y venganza, altruismo e intrigas, arte y moral, sensibilidad y entusiasmo van mucho más allá de los rudos modelos de percepción y de comportamiento espontáneo del sistema límbico.
Por otro lado -esto se puso de manifiesto en experimentos con pacientes que tienen el cerebro dañado-, esas sensaciones quedarían anuladas sin la participación del cerebro emocional. Por sí mismo, el neocórtex sólo sería un buen ordenador de alto rendimiento.
Los lóbulos prefrontales y frontales juegan un especial papel en la asimilación neocortical de las emociones. Como ‘manager’ de nuestras emociones, asumen dos importantes tareas:
• En primer lugar, moderan nuestras reacciones emocionales, frenando las señales del cerebro límbico.
• En segundo lugar, desarrollan planes de actuación concretos para situaciones emocionales. Mientras que la amígdala del sistema límbico proporciona los primeros auxilios en situaciones emocionales extremas, el lóbulo prefrontal se ocupa de la delicada coordinación de nuestras emociones.
Cuando nos hacemos cargo de las preocupaciones amorosas de nuestra mejor amiga, tenemos sentimientos de culpa a causa del montón de actas que hemos dejado de lado o fingimos calma en una conferencia, siempre está trabajando también el neocórtex.

domingo, junio 27, 2004

Nuevos Ambientes De Aprendizaje


Los maestros de hoy deben estar preparados para ofrecerles a sus estudiantes oportunidades de aprendizaje basado en la tecnología. Estar preparado para usar la tecnología y saber cómo esa tecnología puede apoyar el aprendizaje de los estudiantes, deben convertirse en destrezas integrales del repertorio profesional de cada maestro.

Los docentes deben estar listos para dotar a los estudiantes con el poder de las ventajas que aporta la tecnología. Las escuelas y aulas, tanto las reales como las virtuales, deben contar con profesores que estén equipados con recursos de tecnología y las destrezas del caso, y que puedan enseñar eficazmente los contenidos de las materias necesarias a la vez que incorporan conceptos y destrezas en tecnología. Las conexiones con el mundo real, material de fuentes primarias, y refinadas herramientas de recolección de datos y de análisis son solo unos pocos de los recursos que capacitan a los maestros para proporcionar, de ahora en adelante, inimaginables oportunidades de comprensión conceptual.
Establecimiento de Nuevos Ambientes de Aprendizaje
Ambientes de Aprendizaje Tradicionales
Instrucción centrada en el maestro
Estímulo de un solo sentido
Progresión por un solo camino
Medio de comunicación único
Trabajo individual aislado
Transmisión de información
Aprendizaje pasivo
Aprendizaje fáctico, basado en los saberes
Respuesta reactiva
Contexto artificial, aislado
Nuevos Ambientes de Aprendizaje
Aprendizaje centrado en el estudiante
Estímulo multisensorial
Progresión por muchos caminos
Medios Múltiples ("Multimedia")
Trabajo cooperado
Intercambio de información
Aprendizaje activo/exploratorio basado en la indagación
Pensamiento crítico y toma de decisiones con conocimiento de causa
Acción proactiva/planeada
Contexto auténtico, del mundo real

Para proporcionar una idea acerca de en qué deben preparar los profesores a los estudiantes, la página siguiente lista los estándares e indicadores de desempeño para los estudiantes de rangos de cursos especificados. Cada perfil de indicadores de desempeño se fundamenta sobre la lista de competencias previa. Los maestros deben poder crear experiencias de aprendizaje que capaciten a los estudiantes para lograr estas competencias de manera significativa.

L. C. P. José Luis

viernes, junio 25, 2004

Educación Informatizada

A lo largo de la historia, los cambios tecnológicos afectaron decididamente la vida del ser humano. Siempre cambió la vida de los que tuvieron y de los que no tuvieron acceso a las tecnologías "de punta". Pensemos en un futuro no muy lejano... ¿Qué harán el público y las organizaciones si todos (o la mayoría) tuviesen ordenadores (computadoras personales) y todos estos ordenadores estuviesen interconectados?, ¿de qué manera el ser humano se relacionará con el inmenso torrente de información que es producida diariamente? ¿Y cómo será la vida de los que no tengan acceso? Estamos asistiendo al increíble y anárquico crecimiento del fenómeno Internet...
Evidentemente, las formas de abordar el conocimiento, de producirlo, de elaborarlo y de entenderlo utilizándolo para el beneficio individual y social sufrirán una transformación total en muy corto plazo; ya está sucediendo... estamos en una sociedad "en transición".
Esta realidad nos marca a los educadores que si se está transformando la manera de relacionarnos con la realidad, lógicamente también cambia la forma en que se aprende y, por consiguiente, la forma en que se enseña. Nuestro desafío es anticiparnos al futuro, vislumbrarlo para así poder guiar a nuestros jóvenes por el mejor camino para su crecimiento espiritual y material, para ellos mismos y para la sociedad.
Sintetizando y adelantándonos a lo que vendrá diremos que las nuevas tecnologías afectarán profundamente hasta el último rincón de nuestra vida personal y profesional. El trabajo será más cerebral que muscular ¿qué aptitudes y actitudes se precisa formar en los nuevos ciudadanos?...
Hoy es indiscutible la necesidad de informatizar el aprendizaje y, al tratarse de un concepto relativamente nuevo en la educación, debemos preguntarnos...


Continuará...

jueves, junio 24, 2004

¿Cree usted que es el sueldo la única satisfacción en su trabajo?

Buscar un nuevo significado en nuestro trabajo puede ir desde revisar y valorar la utilidad de las actividades que realizamos hasta colocar nuestro granito de arena para hacernos a nosotros mismos un ambiente más agradable

El discurso popular venezolano monotemáticamente centrado en esta época en los salarios, típico de las crisis económicas; nos focaliza, casi sin darnos cuenta en una queja continua acerca de los ingresos económicos y crea, con cierta frecuencia, una sobre simplificación de nuestra realidad en donde parecieran estar negadas las posibilidades de satisfacción y bienestar laboral. Sin embargo, la complejidad de la experiencia humana y su multiplicidad de necesidades nos evidencian, día a día, que las posibilidades de gratificación laboral y de felicidad vital van mucho más allá de nuestros ingresos.

Históricamente, los primeros planteamientos e investigaciones acerca de la satisfacción laboral se centraban en buscar la causa de la productividad o el ausentismo. Poco a poco fue focalizándose la comprensión de la satisfacción laboral como una variable producto de múltiples factores: organizacionales y personales. Así, la satisfacción se relaciona con los salarios, la supervisión, la constancia del empleo, los beneficios sociales, las condiciones del trabajo, las oportunidades de ascenso, el reconocimiento de la capacidad, la evaluación justa del trabajo, los estilos de liderazgo de los supervisores entre muchísimas otras. Sin embargo, la satisfacción en el trabajo depende también de una larga serie de factores personales como la edad, el género, la salud física y psicológica y las características de personalidad; entre otras. (Blum y Naylor, 1976).

Cada uno de nosotros juega un factor determinante en el modo en que experimentamos los eventos de nuestra vida y estrictamente las condiciones externas de nuestro trabajo no pueden ser entendidas sino a la luz del significado personal que podamos atribuirle a nuestras actividades. En términos concretos podemos tratar de favorecer nuestro propio crecimiento y progreso personal e intensificar nuestro sentido de logro en el trabajo.

De manera no consciente, utilizamos miles de telones de humo en nuestra vida, quejándonos del afuera para no tener que pensar y afrontar la realidad interna: ¿qué puedo hacer yo para que mi trabajo sea algo más gratificante?, Resulta análogo a muchas otras áreas de la vida: podemos pasar años centrados melodramáticamente en discursos sadomasoquistas complementarios con nuestras parejas u otros vínculos significativos para no "ver" simbólicamente nuestros déficits personales, "ocuparnos" de realizar los cambios necesarios y buscar nuevas vías, formas y estrategias para hacer de la vida algo más feliz. (el modelo de Gear y Liendo, 1989, lo muestra claramente)

Hacer de nuestro trabajo algo más gratificante implica contactar con nuestras necesidades y nuestro proyecto de vida (muy variable en cada uno de nosotros) así como con nuestros déficits y posibilidades de cambio. Buscar un nuevo significado en nuestro trabajo puede ir desde revisar y valorar la utilidad de las actividades que realizamos hasta colocar nuestro granito de arena para hacernos a nosotros mismos un ambiente más agradable.

¿Me he dado cuenta de lo importante que es para este proyecto, para la institución o para las personas mi contribución?

¿Qué metas u objetivos personales puedo alcanzar con este trabajo?

¿Me he dado la oportunidad de aplicar mis habilidades y capacidades en mis actividades del día a día?

¿Me he permitido a mi mismo realizar las actividades que me hagan sentir satisfecho?

¿He sugerido actividades nuevas que se parezcan más a lo que me gustaría hacer y he tratado de convencer a los otros de la importancia y los beneficios de éstas para la institución?

¿He pedido a mis compañeros o superiores que me feliciten cuando realizo actividades de las que me siento satisfecho?

¿Me he dado la oportunidad de compartir con las personas que trabajo y sentirme más a gusto con ellos?

¿He tratado de que me asignen nuevas actividades estimulantes y mostrar mi responsabilidad?

¿He buscado tener más libertad y autoridad en las cosas que realizo?

¿He pedido feed-back para mejorar mis actividades?

¿Hay una forma nueva de realizar las mismas actividades de forma más estimulante o divertida?

¿Este trabajo puede representar un nuevo aprendizaje para mi carrera?

¿He propuesto nuevas formas para distribuir actividades rutinarias y no sobrecargarme?

¿He buscado amplificar mi cargo de nuevas actividades estimulantes?

¿He permitido que las personas que me rodean conozcan mi trabajo y lo valoricen?

¿He tratado de hacer mi ambiente físico: mi oficina, mi escritorio, etc, más cómodo y agradable para mí?

¿Puede mi trabajo permitirme al menos transitoriamente algunos aprendizajes significativos aunque desee posteriormente moverme en otra área o institución?

¿Puedo aprender cosas nuevas de mis compañeros aunque sean de otras áreas o intereses?

¿He propuesto actividades de formación (cursos, talleres, etc.) que me estimulen, convenciendo a la institución de la importancia de las mismas?

¡Qué voy a hacer para hacer de mi trabajo algo más gratificante para mí?